martes, 29 de enero de 2013


LA DECORACIÓN DE PLACAS RECORTADAS EN LA ARQUITECTURA BARROCA
SALMANTINA.




Las placas recortadas, un elemento empleado con profusión en la arquitectura barroca
española, en especial en Galicia, Andalucía, Extremadura, Navarra, Vascongadas y
abundantemente en Salamanca, importante por su singularidad, variedad y riqueza decorativa que aporta con sencillez a los muros lisos.




No puede ser el propósito de este trabajo desentrañar el origen, difusión, transmisión y
desaparición de esta decoración dada la escasa extensión del mismo, pero sí un acercamiento a su conocimiento, y ubicación en la península, recordando a los arquitectos que más lo emplearon en sus trazados, intentando asociar los lugares y el momento con estos artífices que permitieron crear una singular y bella arquitectura, y en especial su difusión en Salamanca.

Somos conscientes de la discusión producida desde sus inicios, entre los que utilizaban placas recortadas en sus obras y sus detractores, que llegaban a ridiculizarlos por su alejamiento de los cánones clásicos decorativos, entendiendo que distorsionaban la arquitectura de raíz helenística más pura, sustituida por otra ornamental.


ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
La arquitectura barroca en España situada en el “Siglo de Oro” comenzaría en los últimos años del siglo XVI y se prolonga hasta el último tercio del XVII.


En su primera etapa se conserva la herencia de El Escorial de Herrera y el paso a lo que llega de Italia.
Los hermanos Churriguera, Figueroa, García de Quiñones, Pedro Ribera o Narciso Tomé, despliegan un decorativismo desconocido en la segunda época.
Para alcanzar el Rococó que llega de Francia y  con los Borbones a los palacios y los nuevos cortesanos.
Con el barroco más decorativo se difunde en la etapa final la columna salomónica y los tejidos colgados, cortinajes y estandartes que junto con los vegetales cubren los elementos arquitectónicos básicos.
El profesor Eduardo Azofra dice en “la adecuación a la sensibilidad Barroca en las Catedrales de Castilla y León” al referirse a la capilla del Pilar de ciudad Rodrigo “… surgen, entre otros motivos, las rocallas y las consabidas placas recortadas del barroco español acompañadas de una copiosa decoración vegetal”

LAS PLACAS RECORTADAS.

El nombre, muy probablemente se toma de la carpintería, tanto de la ejecución de sillerías como de retablos, también de la costumbre de ejecutar maquetas a escala de edificios en madera. Para representar el relieve sobre las superficies lisas de los muros se adosan piezas delgadas de madera que imitan el relieve de recercados, peanas, cornisas…, simplificando las zonas que ocuparán tallas en relieve.
La ejecución de las maquetas en madera puede condicionar el diseño en piedra.
No es casualidad que los arquitectos Joaquín de Churriguera, Pedro de Ribera, o Alonso Cano fueran hijos de ebanistas ensambladores.

Según Rodríguez G. de Ceballos, en su trabajo sobre los Churriguera, a la vista de un dibujo datado en 1742 que correspondía a una propuesta para el cimborrio de la Catedral Nueva de Salamanca  “y las bóvedas transparentes se aúnan con motivos ornamentales platerescos y barrocos concebido todo ello con una técnica carpinteril de custodia o de retablo”. Escrito redactado por Gregorio Gallego.
También Ceballos, en el mismo estudio dice de Joaquín Churriguera, “mejor carpintero que hábil arquitecto, que concibió una obra más para ser realizada en madera que en piedra”.

No solo en España se difunden estos elementos decorativos, también pasan a América y en particular a Méjico. El profesor Pedro Rojas, en sus escritos sobre “Formas distintivas de la ornamentación barroca mexicana del siglo XVIII” al hablar de la arquitectura novohispánica del siglo XVIII, dice que esta decoración se centra en portadas, ventanas hornacinas peanas y pilastras.
En México se denominan pinjantes y guardamalletas.
Las placas recortadas aparecen en el nuevo continente en la catedral de Morelia y templo de San José, en la parroquia de Santa Prisca de Taxco (1752-1758) en San Miguel de Allende, en la casa del Conde de Canal en las hojas de las puertas.
Colgaduras adaptadas a peanas, alféizares o ménsulas en la Valenciana de Guanajuanto,  y en la “Casa de los mascarones” de la ciudad de México.
Sancho Corbacho, Antonio (Arquitectura barroca sevillana del siglo XVIII CSIC Instituto “Diego Velásquez” sección Sevilla p.37) dice que el pinjante aparece en Andalucía y lo menciona como “incrustaciones de placas recortadas con perfiles de trazas complicadas “ se desarrolla durante el segundo tercio del XVIII. En el Hospicio de Córdoba (1716-1745) el patio está lleno de pinjantes.
Kubler dice que el pinjante corresponde al adorno de fiestas, junto con la guardamalleta.
Alonso Cano en la Catedral de Granada decora con placas y motivos vegetales.
También debemos hablar, según cita Sancho Corbacho op. cit. P.152 del cajeado con labores resaltados llamado así por él, muy semejante al trabajo en madera para dar claroscuros a fajas largas de molduras.
Tomado del romano es muy decorativo el ahuecamiento de la sección que puede ser plano o curvo, cóncavo o convexo.
Intentando situar la aparición, el desarrollo y el uso de este tipo de decoración en la España del barroco localizamos algunas citas significativas.

Muy usual fundamentalmente en Galicia en el siglo XVIII, aplacados de gran resalto incluso con varios niveles de aplacado.
En esta región son realizadas con trazado geométrico sencillo, semeja la esquematización de un elemento colgante finalizando el centro en borla.
En Andalucía son más decorativas, se superponen varias placas con diferentes trazados cada una. Las curvas juegan un papel más importante que los trazados rectos y en especial los verticales que son escasos.  Son claramente diferentes de las utilizadas en Castilla y Galicia.
En Andalucía , La iglesia de la Magdalena de Granada, proyectada por Alonso Cano y concluida por Juan Luis Ortega.

En el arte Barroco Español escrito por Rosario Anguita Herrador, afirma que fue el el italiano  Francesco Milicia es uno de los primeros en utilizar el término barroco.
Cabe recordar que la división más difundida se hace en tres etapas:
1ª Etapa 1640-1650 como prolongación del estilo Herreriano.
2ª Barroco pleno o decorativo, hasta 1670.
3º Barroco castizo de ornamentación complicada hasta el siglo XVIII.

En Segovia y Salamanca la influencia herreriana llega de la mano de Juan Gómez de Mora (1568-1648) sobrino de Francisco de Mora (1552-1610) aparejador de Juan de Herrera en el Escorial.
Gómez de mora en 1617 realiza el proyecto de la Clerecía según el modelo del Gesú de Vignola.

En Andalucía, Alonso Cano, también escultor además de arquitecto en Granada y desde 1652 a 1667 (su muerte) inicia el barroco pleno.
En la catedral de Granada diseña en 1667 la fachada incluyendo medallones ovalados sobre placas recortadas. También en Santa María Magdalena en 1670 utiliza las placas sobre las que coloca hojas carnosas.
Se atribuye a Leonardo de Figueroa su introducción en Sevilla (patio de los Naranjos, San Telmo y templo del Salvador)
Las colgaduras, con borlas o no, son adaptadas a peanas, alféizares o ménsulas.
En el patio del Hospital de Sevilla (1687-1697) aparecen borlas bajo las enjutas de los arcos. Realizado por Leonardo de Figueroa (1650-1730) se habla del pinjante, del guardamalleta y del cortinaje.

En  Santiago de Compostela, Casas Novoa realiza la fachada del obradorio iniciada por José Peña de Toro. El realce y la escenografía de la nueva fachada se consigue junto al aumento considerable de la entrada de luz en la catedral.
Se denomina estilo de placas, formas geométricas recortadas que colaboran a darle relieve y unidad a columna, pilatras, arcos y molduras en la fachada de Santa Clara. Simón Rodríguez sigue el estilo de placas siendo el máximo exponente en Galicia.
En Levante el arquitecto y escultor Jaime Bort (muerto en 1754) en la fachada de la catedral de Murcia entre 1741 y 1754 como elementos decorativos destacan un frontón partido y placas recortadas junto a otra decoración abundante.

Se prodigan los elementos como soportes y pilastras sin función arquitectónica clara, solo decorativa, movimiento con alternancia de rectas y curvas, entrantes y salientes, superficie cóncavas y convexas, todo en movimiento. Esto produce contrastes de luces y sombras, planos muy iluminados y rincones oscuros, salientes y bruscos entrantes, atmósfera teatral y dramática con efectos escénico de claroscuro.
Las placas, por tanto, son una muestra evidente de barroquismo.

La decoración, argumento de convicción y persuasión, arte dirigido a crear sensaciones y emociones, dramatismo y teatralidad aunque es poco real consigue impactar al fiel.
Los retablos son, después del estilo Herreriano el principal ornamento de las iglesias. Sobre paramentos planos y fundamentalmente en la fachada, se trazan rectángulos resaltados.
Pedro de Ribera con los hermanos Churriguera, Simón Rodriguez y Alonso Cano, son los principales precursores de la difusión de placas, los dos primeros en el periodo castizo.
En el norte, Navarra y el País Vasco, en los siglos XVII y XVIII en las torres campanario que se levantan aparecen junto a otras formas del barroco las placas recortadas.
De Galicia, como García de Quiñones, llegan los ejemplos mas abundantes de placas recortadas.

José Benito de Churriguera (1665-1725) escultor-ensamblador. Trabaja en el retablo de San Esteban en 1693 donde mezcla lo escultórico con los elementos arquitectónicos.
Su hermano Joaquín de Churriguera (1674-1724) es autor entre 1714 y 1724 de la cubierta central de la catedral, el Colegio de Calatrava en 1717 y la hospedería y patio del colegio Anaya influenciado por Rodrigo Gil de Hontañon.

El tercer hermano, Alberto(1676-1750) el más barroco realiza en Salamanca en 1732 la iglesia de San Sebastián. Pero además de trabajar como maestro mayor en la catedral a partir de 1725, sobre todo realiza en 1729 la traza de la Plaza Mayor, aunque el Ayuntamiento fue realizado en 1750 por su continuador Andrés García de Quiñones .
También realizó éste la escalera de honor y el patio de la Clerecía en orden gigante.

G. de Ceballos denomina en su trabajo “La arquitectura de Andrés García de Quiñones” “el estilo abstracto de placas de origen compostelano” que aportó a la decoración de Salamanca. Como afirma, se trata de una ornamentación seca y descarnada. Estilización y sintetización de elementos naturales, florales y de colgantes.
Terminó las alas de la Plaza Mayor de Salamanca, oeste y norte con el ayuntamiento,
En la fachada de la iglesia del Convento de San Francisco podemos ver hermosas e importantes placas en su parte alta. También en la iglesia de Calzada de Valdunciel, ejecutó su exterior con ventanas rematadas en su base con placas. En esta iglesia podemos ver su gusto por este tema que se había proyectado abundantemente en la capital.
En la Clerecía, realiza intervenciones con este mismo recurso en el claustro en los antepechos bajos con gruesos aplacados.  También la ventana del ático mucho más plano. Su origen compostelano lo plasma en casi todas sus obras. En la bóveda de la biblioteca de la universidad también el arranque de los arcos fajones se realiza sobre peanas con placas, igual que en el salón General de Teología.
La terminación inferior en estandarte con borlas es gallega. En Salamanca se prodigarán los remates inferiores rectos y secos.

Muy activos son la familia Churriguera que llegaron a crear un estilo propio dentro del barroco del siglo XVIII denominado despectivamente “churrigueresco”.

Según Beatriz Blasco Esquiras, en su texto “Ni fatuos ni delirantes” el término churrigueresco, además de peyorativo es extravagante, recargando o incluso chabacano.
No obstante Ceán Bermudez afirma “Se le hace autor de los adornos de arquitectura que se usaban en su tiempo, dándoles el nombre de churriguerescos, pero si a alguno se le ha de dar el título de inventor de esta ridícula casta en España, ninguno es mas acreedor a él que don Pedro de Ribera, que lo usó antes que churriguera con más extensión…”
F.P. Verrié secundando el trabajo de sus antepasados consideró el churrigueresco como el “último capitulo en la creatividad de una interesante evolución aretesanal levantina”.
En 1924 Otto Schubert asocia a Churriguera con el tratado de Guarino Guarini “Arquitectura civile”.
F.P. Verrié, los barceloneses cit. P.214 “ el estilo de José Benito se haya enraizado en la práctica ornamental de ebanista, doradores y fabricantes de retablos, enriquecido por esporádicos préstamos  de las formas del barroco romano”.

El barroco se desarrolla como un símbolo del poder de la contrarreforma contra el protestantismo impulsado desde Roma que es imitado a continuación por los reyes de Francia.
En su tratado sobre Alonso Cano, Alfonso Rodríguez G. de Ceballos afirma que Alonso Cano “aporta a la arquitectura Barroca del siglo XVII los retablos, los dibujos arquitectónicos y decorativos y los edificios”.
Junto al uso de las placas recortadas emplea las “hojas canescas”, el mismo autor dice “las placas únicas o superpuestas aparecen profusamente en las láminas del tratado de Wendel Grapp llamado Dietterling que, aunque publicado en 1598, debió llegar a conocimiento de los artistas españoles al finalizar la segunda o tercera década del siglo XVIII”.
“Cano trajo probablemente su origen de los tacos encolados y engatillados del ámbito de la carpintería, de la ebanistería y del esamblaje”
En el convento de Santa Teresa de Avila (1629) Fray Alonso de San José, arquitecto carmelita, según Martín Gonzalez “tratamiento más rico y suntuoso de la fachada con la introducción elegante de almohadillado, las placas recortadas y las volutas flanqueantes, elementos ornamentales nunca antes visto en las fachadas carmelitas.
Florencio Javier García Mogollón y Vicente Méndez Hernán, en su publicación sobre Fray José de la Santísima Trinidad, los retablos del antiguo convento trinitario de Hervás (Cáceres) “ placas recortadas con diferentes diseños geométricos fantaseados, de mayor abstracción que los motivos naturales y de evidente inspiración en tratados ahora recuperados como el de “arquitectura” fantástica de Wendel Dietterlin de Norba-Arte XVIII 1997/99-120.
Pedro Luis Echevarría Goñi y Ricardo Fernández García en su publicación sobre el convento e iglesia de los Carmelias Descalzos de Pamplona dice “todos los retablos de Pamplona fueron proyectados por los hermanos arquitectos y ejecutados por artistas locales bajo las de aquellos”.
“La decoración de tallas es la propia del periodo prechurigueresco consistente en cartelas cactiformes de abultada y plástica factura sobre placas recortadas”.
    
LA FORMA.

El elemento de referencia textil colgante mas representativo y determinante en la historia del arte que conocemos es el baldaquino de Bernini en San Pedro (1624-1633) donde vemos la guardamalleta rematando el perímetro del dosel entre las columnas salomónicas.
No se debe de interpretar la referencia al baldaquino como una copia sino como un referente lleno de expresión formal autorizado y bendecido por el mismo Papa, en contra de la austeridad predicada por algunas congregaciones. Este gesto sirve de punto de partida para todos aquellos que quieran seguirlo.
El engalanamiento de las casas nobles, ventanas y balcones en particular, para las grandes celebraciones y fiestas públicas hace proliferar este adorno.

De estos sencillos textiles templados con borlas y colgantes, transformados en metal en el baldaquino, su traslado a los muros de piedra o entrepaños de madera es una simple aplicación de un trazado que los materiales permiten. El relieve que aporta a los muros, se asemeja al que producen los estandartes y colgajos en las ventanas, planos a diferente nivel y sombras que realzan su forma.

Los relieves, siempre salientes hacen que los edificios se realcen, se abultan, se mueven, se teatraliza. Un edificio en origen de estructura arquitectónica que pasa a ser trabajado y escenográfico, atractivo y llamativo para el fiel y visitante.
La iglesia y sus fundaciones, así como los nobles, engalanan sus fachadas con decoraciones colgantes permanentes, la contrarreforma permite la proliferación decorativa en el interior en los retablos y capillas, y en el exterior en las portadas y huecos singulares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario